INTEGRACION EDUCATIVA
En el Sistema Educativo Mexicano se están viviendo procesos de cambios y uno de ellos implica la Integración de Niños con Necesidades Educativas Especiales al aula regular. Esto obviamente representa un reto en muchos sentidos, la necesidad de conceptualizar los que entendemos por Necesidades Educativas Especiales, lo cual se tiene que traducir en un tipo de práctica dentro de las instituciones educativas, para así lograr identificar al niño o niños que por diversas razones presentan más dificultades para lograr el aprendizaje escolar.
Ante el panorama mundial con respecto a la política de integración educativa, en México, el concepto de integración es retomado a partir de 1992 cuando se lleva a cabo un proceso de reordenamiento de la Secretaría de Educación Pública con el propósito de elevar la calidad académica de los servicios educativos. La Ley General de Educación nos dice en su artículo 41:
"La educación especial está destinada a individuos con discapacidades transitorias o definitivas, así como aquéllos con aptitudes sobresalientes. Procurará atender a los educandos de manera adecuada a sus propias condiciones, con equidad social”.
Tratándose de menores de edad con discapacidad, esta educación propiciará su integración a los planteles de educación básica regular. Para quienes no logren esa integración esta educación procurará la satisfacción de necesidades básicas de aprendizaje para la autónoma convivencia social y productiva.
Esta orientación incluye orientación a los padres o tutores, así como también a los maestros y personal de escuelas de educación básica regular que integren a los alumnos con necesidades especiales de educación" (Ley General de Educación, 1993).
En diversas épocas, en diversos momentos a las personas con capacidades diferentes se les ha llamado de manera distinta: discapacitados, minusválidos, incluso anormales. Hablar de Necesidades Educativas Especiales implica un cambio de concepción y, también se requiere de una evolución en relación a la manera de enfocar su atención. Así mismo, la Educación Especial deberá cambiar sus servicios y estrategias.
Este concepto de Necesidades Educativas Especiales tiene que ser ampliamente definido, tanto por los maestros regulares como por los especialistas en el área de Educación Especial y los Padres de Familia.
El término Necesidades Educativas Especiales se ha manejado en la literatura educativa desde finales de los años 50, pero como tal se ha extendido en la práctica y, sobre todo, en diversos países – incluyendo el uso como terminología pedagógica -, a partir de los años 80.
Tradicionalmente se entendía que el principal afán científico en relación con las personas o con los niños que presentaban diferentes déficits o carencias, estaba precisamente en clasificarlos, esto no era anecdótico, sino que respondía a un estado de ciencias en general, especialmente de las ciencias de la naturaleza y también de lo que entendemos del modelo médico – pedagógico, que básicamente lo que pretendía era llegar a clasificaciones.
Tenían escasa utilidad porque el educador necesita identificar cuáles son las necesidades de las personas y no cuáles son sus deficiencias o posibilidades de agrupación en términos de homogeneidad.
El término de Necesidades Educativas Especiales es más que un término que nos sirve para entender lo que nos interesa de las personas, es un término que nos permita ver cuáles son sus necesidades educativas para poder darles una respuesta adecuada desde el punto de vista médico, educativo, social.
El término Necesidades Educativas Especiales tiene una importante repercusión en cuanto al Modelo Pedagógico y al Modelo de Atención a las personas que presentan Necesidades Educativas Especiales.
La escuela de algún modo viene a responder a las necesidades educativas de la población. Sin embargo parte de ésta población tiene unas necesidades que no son fácilmente cubiertas por los servicios escolares regulares, sea porque se presenta alguna discapacidad o por otros factores que sean sociales, familiares o, incluso ambientales, que requieren de una atención distinta, en ocasiones atención al entorno, a las familias, de tipo asistencial y podríamos desde ésta perspectiva definir las Necesidades Educativas Especiales como: aquellas necesidades que no son fácilmente cubiertas con las dotaciones que tenemos actualmente en la escuela.
Concepto que se contrapone a los conceptos primeros de Necesidades Educativas Especiales: déficit, anormalidad.
El concepto no sólo toma al individuo que las presenta, también incluye a la sociedad, el medio y las instituciones que deben darle respuesta. Y es precisamente ésta distancia entre el individuo y la oferta social que exista lo que ayuda a definir lo que son las Necesidades Educativas Especiales.
Ahora bien, el hecho de que los niños con Necesidades Educativas Especiales estén integrados a la escuela regular conlleva muchas ventajas, pero no debemos dejar pasar por alto que es un trabajo duro en el que se está avanzado, se está investigando porque las necesidades son muy distintas y hay necesidades muy difíciles de cubrir y requieren de muchos y mucha investigación, pero en términos generales si podemos darnos cuenta de que buena parte de los niños que tradicionalmente se atendían en Educación Especial, es decir agrupados por discapacidades, progresan rápida y efectivamente en la escuela regular, lo que está fundamentado en países como España e Inglaterra, donde la integración educativa es ya una práctica extendida y, recientemente en México.
En México se ha tenido la oportunidad de ver un trabajo magnifico realizado por los maestros de distintas escuelas que están en el Proyecto de Integración y que están trabajando perfectamente en dichos Proyectos de Integración de niños con distintas capacidades, cabe decir que los niños con discapacidad física, sensoriales, sobre todo, son niños con muchas posibilidades de progreso en la Escuela Regular a condición de tener todos los apoyos que requieren.
De acuerdo con Puigdellivol las Necesidades Educativas Especiales pueden estar asociadas con tres grandes factores:
1) Ambiente social y familiar en el que se desenvuelve el niño. Ciertas características del grupo social o familiar en que vive y se desarrolla el niño, tales como familias con padre o madre ausente, pobreza extrema, descuido o, desde la escolarización, entre otras cosas, podrían repercutir seriamente en su aprendizaje y propiciar la aparición de Necesidades Educativas Especiales.
2) Ambiente escolar en que se educa. Si la escuela en que asiste el niño está poco interesada en promover el aprendizaje de sus alumnos, si las relaciones entre los profesores están muy deterioradas o si el maestro no está lo suficientemente preparado, algunos alumnos pueden llegar a presentar Necesidades Educativas Especiales.
3) Condiciones individuales del niño. Existen algunas condiciones individuales propias del sujeto, que pueden influir en sus aprendizajes, de tal forma que requiera de Recursos adicionales o diferentes para acceder al currículo. Algunas de estas pueden ser:
* Discapacidad
*Problemas emocionales
* Problemas de comunicación
* Otras condiciones de tipo médico
Tomando en cuenta lo anterior una de las definiciones que se utilizan para describir niños y niñas con Necesidades Educativas Especiales es la siguiente: “es aquel que, en relación con sus compañeros de grupo, enfrenta dificultades para desarrollar el aprendizaje de los contenidos asignados en el currículo, requiriendo que se incorporen a su proceso educativo mayores recursos y/o recursos diferentes para que logre los fines y objetivos educativos”, Puigdellivol, 1998.
Es decir, podemos referirnos a todos los niños (con o sin discapacidad física notoria) que presentan un ritmo para aprender muy distinto al del resto de sus compañeros, y sin temor a equivocarme, encontraremos siempre más de un alumno con estas características.
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